El origen de la explotación se puede fechar en 1958, en este año se casaron Belén y José. La andadura se inicia con las dos vacas que José aporta al matrimonio y a partir de ahí el número de vacas fue creciendo paulatinamente al igual que el número de hijos del matrimonio, 8 en total (3 chicas y 5 chicos). A lo largo de unos 40 años la estructura de la granja va cambiando y se pasa de tener vacas todoterreno (producían leche, trabajaban y criaban buenos terneros) a vacas exclusivamente lecheras. A principio de los años 90 José se jubila y se pone al mando de la explotación Angel (uno de los ocho) con apenas 18 años de edad, quién después de dos años de transición deja las vacas lecheras y se centra en criar vacas de aptitud cárnica.